14 de mayo de 2013

callARTE

Ya le había pasado alguna otra vez. Bueno, en realidad le pasaba mucho más a menudo de lo que quisiera. Pero con esta persona en concreto todavía no hacía demasiado. Vamos, que se acordaba perfectamente de todo el revoltijo de sentimientos que se sucedieron después.
Y allí estaban otra vez, en un lugar extraño. Entiéndeme, no extraño en sí. Extraño para ella. Lugares de esos que no suele frecuentar muy a menudo, y en los que por mucho que haga por integrarse y sentirse cómoda no lo consigue. Esta vez era una pequeña galería cerca del centro.
Con ese escenario todo transcurría como ella esperaba... raro. Sitio raro, luz rara, evento raro, gente rara. Y la más rara ella.
Sin entrar en detalles, media hora después comenzó el desastre... y mira que lo vio venir. Empezó despacio y comedida, no le dio mucha importancia... pero cuando se quiso dar cuenta ya no había vuelta atrás, las palabras salían una detrás de otra y cuanto más hablaba más sensación de ahogo sentía. Ya está, caída en picado.
"Cállate"
"Que te calles"
"¿Pero por qué le estás contando tu vida otra vez?"
"No hables de ti, no hables de ti"
"¿Pero qué clase de pirada eres explicándole a una persona prácticamente desconocida cómo te sientes?"
"Vamos, date la vuelta y sal corriendo"
"Escapa y corre"
Y el corazón a mil...
"Otro cigarro"
Para esto por dios...
Un cuarto de hora después estaba vomitando a la vuelta de la esquina.

4 comentarios: