10 de febrero de 2014

Lugares. Comunes.

Todos los días varias veces. Diferentes edificios pero siempre igual. Arriba y abajo. Una tristeza infinita.
¿Puede haber algo más aburrido, tedioso, gris, molesto, monótono... que un ascensor?
Triste el habitáculo y tristes los que subimos y bajamos. Siempre igual. 
Cierto es que el humor cambia. Todo es cuestión de actitud. No es lo mismo subir un lunes a las ocho de la mañana que bajar un viernes a las dos. No es lo mismo bajar un viernes a las diez de la noche que subir el sábado a las cinco de la mañana. No es lo mismo. Y uno tampoco es el mismo.

"Un ascensor o elevador es un sistema de transporte vertical diseñado para mover personas o bienes entre diferentes niveles."

Eso es lo verdaderamente fascinante de los ascensores. Que pueden mover a las personas entre diferentes niveles. Puedes estar hecho polvo, triste, como el propio ascensor. Y de repente subir de nivel, y de qué manera... El ascensor puede convertirse de pronto en una cápsula del tiempo, un DeLorean en potencia. Se abren las puertas y zas, estás en cualquier parte del mundo, o del cielo, arriba del todo, mirando el mundo por encima de las nubes. Inmortal, insuperable, fantástico, invencible!

Se han perdido las buenas costumbres. Ya no estamos acostumbrados a agradecer, a sonreír, a dar los buenos días. Somos grises, tristes y monótonos como los ascensores. Pienso que no somos conscientes del enorme poder de las palabras, las sonrisas y las miradas. Tenemos que hablar más, dar las gracias, los buenos días, sonreír, mirarnos y tocarnos. Eso es lo que nos hace cada día un poco más invencibles. Eso es lo que nos hace, al final, mucho más felices.

-"Subir en el ascensor contigo me alegra el día".-  

Algo tan sencillo y tan inmenso como eso.

6 comentarios:

  1. Qué bonita forma de verlo... Hay una chica que trabaja conmigo y que siempre, siempre, sonríe al saludar. La verdad es que es un gustazo cruzarse con ella. Ojalá yo misma me aplicase el cuento. Un beso!

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  2. Piquina, supongo que es cuestión de planteárselo... yo también tomo nota.
    A veces en los ascensores pasan cosas fabulosas!

    Besos

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  3. Hemos perdido las buenas costumbres,la capacidad de ver más allá y de agradecer todo lo que poseemos.
    Permíteme que me salga un poco del tema que planteas, y vea más allá de ese aburrido ascensor. Porque en mi caso, si yo pudiera contar con el dinero y espacio suficiente, ese ascensor sería una oportunidad para que mi hermana pequeña pudiese saber cual es la decoración de la planta superior de mi casa y compartir conmigo cosas, lugares y situaciones que otro objeto absurdo, triste pero tan necesario como es una silla de ruedas, se lo impiden.
    Y así probablemente ocurriría con otras cosas que la mayoría de las personas ven rutinarias y aburridas y que para otras son un privilegio.
    Quizá deberíamos agradecer lo que tenemos, dejar de sentirnos tristes y desgraciados por lo que no tenemos, sonreír como tu dices a nuestros entorno e incluso a nuestra rutina y aprender a ver todo desde distintas perspectivas.

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  4. Me encanta!!!. Bonito y muy atinado. Los ascensores son siempre ascensores, aunque también descendamos en ellos. Curiosa frase la de: "Voy a bajar en el ascensor"

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  5. Noelia, precisamente de eso se trata. De hecho, no me parece que te hayas salido para nada del tema. Todo va en la misma dirección, estamos rodeados de objetos, personas, sensaciones... a las que no les damos el valor que seguramente tienen.
    Un beso grande, y otro para tu hermana :)

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  6. César, cierto!! no lo había pensado :)
    Un beso!

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