24 de febrero de 2014

Tan para mi...

"Y así hablaron y fumaron durante un par de horas, casi sin tocarse, barajando soluciones y resoluciones, tocando pero con pinzas el tema de (...), sin atreverse todavía a desmenuzar o planificar el futuro, prometiéndose un tiempo para habituarse a la idea, prometiéndose asimismo no hacer demasiadas locuras ni tampoco demasiadas sensateces, y (...) sintiéndose cada vez más hipnotizado por los verdísimos ojos de ella y las piernas de ella y la cintura de ella, y (...) evidentemente turbándose con esa reacción que sin embargo quería y esperaba, y (...) empezando a enamorarse de esa turbación, y (...) de pronto resbalando inerme hacia un sollozo nada premeditado y por tanto persuasivo como pocos, y él tomándole el rostro con ambas manos y sólo entonces notando, en el dulce contacto con los labios de ella, que de puro azorado se había mordido los suyos cuando una hora antes ella había dicho sueño con vos."

(Primavera con una esquina rota. M. Benedetti)

2 comentarios: