14 de marzo de 2014

Umi

Mirando al mar aquella tarde consiguió finalmente entender qué era exactamente lo que le estaba pasando.
Se hizo preguntas, mil preguntas y poco a poco fue encontrando las respuestas. Ésas que nunca buscó demasiado. Ésas que en realidad no quería escuchar.
Entendió cual fue el momento exacto en el que pasó de ser una chica tímida a ser una mujer. Tímida también. Pero más mujer que chica.
Recordó cuándo empezaron a interesarle más los hombres que los chicos. Y aquel momento en el que decidió que los besos con lengua preferiría reservarlos para algunos momentos. Sólo para algunos.
Entendió por qué su cuerpo le gusta más ahora que entonces, a pesar del paso de los años. Y las heridas de guerra, que las hay. Y reconoció que le gusta mirarse.
Comprendió que ese extraño vínculo que establecieron ella, el mar, Corto y la isla permanecería para siempre a su lado. A pesar de todo.
Tuvo que reconocer que había hecho el amor muchas veces, tal vez demasiadas... y que había follado muy poco. Que siempre se dejó enredar y mezcló lo real con lo irreal, lo que pensaba y sentía con lo que quería pensar y sentir. Un lío mental. Siempre un lío mental.

Y después volvió a casa y soñó con el mar.

2 comentarios: