2 de junio de 2014

Failed

A veces escondo en las palabras (en las pequeñas, singulares, minúsculas) la grandeza de lo que realmente me gustaría hacer contigo. 

Algunas veces, cuando reboso, te escribo. 

Escribo "un beso" cuando en realidad querría lanzarme a tu boca y besarte durante días.
Otras veces te rozo (casi) sin querer o apoyo mi mano descuidadamente, como un pequeño (e ingenuo) anticipo de lo que de verdad deseo. Abrazarte fuerte y despertar contigo en otro lugar.
A veces te miro en silencio y lanzo mensajes telepáticos. Empujo y contengo la respiración para obligar al alma a reflejarse en mis ojos, para que entiendas todo eso que no me atrevo a decirte.

Es verdad. Callo mucho más de lo que quizás debiera, y me invento códigos de comunicación unidireccionales.
Vivo en una metáfora continua.
Y lo hago porque me da miedo asustarte con mi torrente de ganas.

6 comentarios:

  1. Yo el alma sí que te la he visto...

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  2. "Me da miedo asustarte con mi torrente de ganas" (me encanta)

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  3. Piquina, tú has visto mucho, me parece a mi...

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  4. A veces sería bueno que nos arriesgásemos un poco más, pero es verdad que da mucho miedo. Al rechazo, a la decepción, a la desilusión...
    Pero de momento y que nosotros sepamos sólo contamos con esta vida, así que...¿por qué no te arriesgas?

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  5. Noelia, hay días en los que parece que lo voy a hacer... hoy es uno de esos días.
    Besos

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