12 de diciembre de 2014

Después

Después no vais a poder ni miraros a la cara.
No podréis.
Aunque un rato antes hayáis compartido la piel. Aunque os hayáis perdido uno en los ojos del otro, aunque hayáis mordido, acariciado, empujado, besado, consolado al final...
No podréis miraros.
A pesar de haberlo hecho como si fuese la última vez en vuestras ordenadas vidas. Con prisa, pero despacio a la vez.
Durante horas que parecieron días.
A pesar de tener marcas evidentes en la piel, en las manos, los muslos, el pecho y el alma.
No podréis hacerlo.
Y no será culpa. Ni será reproche.
Será, simplemente, que tiene que ser. Y ya está.
Tampoco ese ascensor volverá a subir y bajar de la misma manera.
Y cada poro de la piel reclamará de nuevo. Y no podréis.
Ni vosotros
ni nadie.
Porque este maldito mundo se va a ir a la mierda.
Y en breve.

2 comentarios:

  1. "Y cada poro de la piel reclamará de nuevo. Y no podréis..." (Maravilloso Miss Lund. Me encanta)

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