20 de noviembre de 2013

Nana (Retrospectiva 1)

Ayer te costó dormirte. Mucho. Como hacía tiempo.
Lo noté después de tomar la cena. Ya estabas inquieto.
Te llevé a la cama y te quité la ropa. Despacito. Y cada prenda que sacaba la cambiaba por un beso.
Te besé las manos, los brazos, las piernas y la frente. Para que no tuvieras frío.
Te sonreí y acaricié tu pelo.
Amenazaste con llorar. Varias veces. Me asusté porque me temía que una vez que empezases no ibas a parar jamás. Como alguna otra vez.
Te acogí entre mis brazos y te acuné, te arrullé, te canté y te hablé bajito al oído.
Al final te dormiste.
Y entonces te besé ligero en los labios. Me acosté a tu lado y acompasé mi respiración a la tuya.
Alguna vez me habías dicho que te gustaría volver a dormir como cuando eras niño... 
(Enero, 2011)

6 comentarios: